Chris Peterson se independiza y abandona la casa de sus padres para ir a vivir al garaje de un expolicía llamado Gus Borden. Gus había sido expulsado de la policía por mear en los pantalones de su Capitán. Gus es rudo y de comportamiento sociópata, con muy poca tolerancia hacia las bufonadas de Chris, quien ve en Gus a una especie de figura paternal y no tiene en cuenta nada de ello.