Antonio está encantado con su nuevo trabajo de vendedor de pisos al servicio de don pablo. Tal es su entusiasmo que está dispuesto a comprarse uno de los pisos de los que vende. La noticia no cae muy bien a la familia. Herminia cree que se la quieren quitar de encima porque al parecer el nuevo piso tendría dos cuartos de baño, pero una habitación menos.